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domingo, 4 de mayo de 2025

El libro en el estante

 ¿Conocen ese sentimiento de cuando conoces a alguien nuevo, y a pesar de solo saber su nombre con poca información personal, te llegas a ilusionar a nivel de que puedes escuchar el eco de las campanas*? 

Bueno, no tanto así, pero te imaginas en una relación romántica con infinitas posibilidades. No obstante, la burbuja de la realidad se revienta y ya no ves nuevamente a esa persona, o la interacción no es la misma que la primera vez.

Porque yo sí, y han sido tantas. 

Lo asemejó a cuando vas a la librería, y llegas a ver un libro en especifico que gracias a su portada, te llama la atención para que des la vuelta y leas su sinopsis. Te quedas absorto por el contenido, pero por “x" o “y” razón (falta de dinero) decides no comprarlo por lo que lo devuelves en el estante.

Sin embargo no paras de pensar en ese maldito libro en lo que resta del día. Y aunque aún no lo has leído, sabes que si tienes la oportunidad, te encantará la historia tanto para considerarlo uno de tus libros favoritos del año. 

Te ilusionas idealizando ese libro por lo que pudo haber sido.

Pero me pregunto, ¿realmente valdrá la pena siquiera gastar mi energía pensando en ello? Porque al final, es un libro que no sabes si te gustará, aunque por fuera pareciera un buen candidato a serlo, no lo sabrás hasta que indagues más.

En definitiva, como el ser humano soñador que soy, ese es uno de mis grandes defectos que no puedo evitar. Estoy casada con el “y si”, engañándolo a veces con el “hubiera”. 

Mientras tanto, mi estante está lleno de muchas posibilidades, con libros leídos a la mitad y esperando porque el siguiente sea el definitivo.

-Suspiros de Ithzela

*Campanas=Campanas de boda.

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